Seguimos la ruta por la costa hacia la frontera. En camino, paramos en esos columpios bonitos.
Nos cuesta encontrar un acceso a la playa. Paramos en unas ruinas del castillo de Lisar (Qal'eh Lisar).
Allí, como no, dos familias han plantado la tienda de campaña y subido todo el picnic.
Llegamos a la carretera que discurre al lado de la frontera. Al otro lado, parece ser que se encuentra un gran parque nacional, por lo cual no vemos gente ni habitaciones. No paramos en Astara que es el pueblo que hace frontera. Esta carretera es muy segura en este tramo, pero según leímos no es muy recomendable pasear por la carretera más al oeste donde se encuentra el triángulo Azerbaiyán-Irán-Armenia porque Armenia y Azerbaiyán hasta hace poco estaban en guerra.
Sin embargo, nos habría encantado subir hasta Yolfa en la frontera con Armenia. Todos con los que hablamos hablaban muy bien de ese sitio y sus alrededores, pero no nos dio tiempo.
Sacamos rápido unas fotos de la frontera, en marcha, por miedo a ser detenidos. Luego vimos que la gente se baja del coche para hacerse fotos con el palo selfie en ese mismo sitio. Peligro no parece haber mucho.
Justo en la frontera, como no, otro trineo de verano, telecabinas, etc. Un poco desolado con la niebla.
Dormimos en un hotel en el centro de Namin por 1'200'000 riales.
Nos cuesta encontrar un acceso a la playa. Paramos en unas ruinas del castillo de Lisar (Qal'eh Lisar).
Allí, como no, dos familias han plantado la tienda de campaña y subido todo el picnic.
Llegamos a la carretera que discurre al lado de la frontera. Al otro lado, parece ser que se encuentra un gran parque nacional, por lo cual no vemos gente ni habitaciones. No paramos en Astara que es el pueblo que hace frontera. Esta carretera es muy segura en este tramo, pero según leímos no es muy recomendable pasear por la carretera más al oeste donde se encuentra el triángulo Azerbaiyán-Irán-Armenia porque Armenia y Azerbaiyán hasta hace poco estaban en guerra.
Sin embargo, nos habría encantado subir hasta Yolfa en la frontera con Armenia. Todos con los que hablamos hablaban muy bien de ese sitio y sus alrededores, pero no nos dio tiempo.
Sacamos rápido unas fotos de la frontera, en marcha, por miedo a ser detenidos. Luego vimos que la gente se baja del coche para hacerse fotos con el palo selfie en ese mismo sitio. Peligro no parece haber mucho.
Justo en la frontera, como no, otro trineo de verano, telecabinas, etc. Un poco desolado con la niebla.
Dormimos en un hotel en el centro de Namin por 1'200'000 riales.







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